nob-bielsa

Campeonato 1974

En tu cara y en tu cancha.

La cancha de Arroyito era -neutral-, Newell's era campeón con el empate. Las entradas se habían agotado, las clásicas avalanchas sobrepoblaron las tribunas. El sol radiante de junio se sumaba a la fiesta. El Secretario Sina y diputado del Frejuli declaraba: "...seguro que ganamos, de lo contrario no se lo que puede pasar, quién va a detener a nuestra gente cuando Newell's pretenda dar la vuelta olímpica... no van a permitir esta afrenta."

Los nervios flameaban en el ambiente, en el campo de juego la tensión llegaba al máximo, agonizaba el primer tiempo y el chivo Pavoni que al sacarle la pelota a Cabral, siempre sin violencia, engancha la pierna del adversario y este cae: Penal. El zaguero Arias marca el 1 a 0 que tranquiliza a los sinas.

Newell's había salido a la cancha a buscar el punto que le daría el campeonato y ahora entraba a jugar el segundo tiempo perdiendo, pensando en la posibilidad de otro partido de desempate. Ya no había nada que perder. Pese a la baja de Sergio Apolo Robles, estaban en la cancha Santamaría y Obberti. El técnico, Juan Carlos Montes, decide salir a buscar el partido, a liquidar el pleito, y ensaya un cambio: Magán por Rocha. Pero un tiro libre de González pega en Aimar y vence al arquero leproso, Carrasco.

Con el 2 a 0 abajo la parcialidad rojinegra empezaba a ver alejarse la posibilidad del campeoanato, pero todo cambia cuando Capurro, de cabeza, pone el 2 a 1. Newell's, que recordó su fútbol, se lanzó en pos del triunfo. Carlitos Picerni que corrió todo el partido coloca un centro preciso, la baja Magán y el zurdo Zanabria que llega elegante y justo para rubricar con la punta de su botín izquierdo el "gol del campeonato".

El periodista porteño Pedro Urquiza decía: "había alguien que con talento había de enganchar la atención de todos: Mario Nicasio Zanabria, un futbolista excepcional con la batuta de su prodigiosa zurda abría brechas".

Así llegó la primera estrella al firmamento rojinegro. Aunque no se la aguantaran, aunque invadieran el campo para evitar la "Vuelta Olímpica" no pudieron evitar que en un par de horas se colmara el Estadio del Parque Independencia y los rojinegros exultantes tuvieron su primera gran fiesta - la de su fútbol, la de su fe en la verdad, de la pelota bien tratada, la del verdadero fútbol argentino. Pese a las Mil y Una "CONTRA".

Newell's Old Boys había impuesto por fin su fútbol alegría, diversión, talento, improvisación, ingenio frente al otro, de la fuerza-trabajo-sacrificio- especulación. Los "Cibernéticos" se quedaban sin respuestas y los "líricos" volvían a sonreír.

Le dijo Mario Zanabria al periodista José María Otero de "El Grafico", "Yo nunca le pego tan fuerte... alguien me empujó la zurda... Desde el suelo alcancé a ver que pasaba cerquita del travesaño y se iba para adentro... Después no ví más nada... Sólo sentí el alarido de la tribuna... Perdoname y dejame llorar un ratito más... es que soy muy feliz, por eso lloro... perdoname.

Hoy habia 2 visitantes (3 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis